Existen varios tipos de consumidores: los que nunca han oído hablar de nosotros, los que nos acaban de conocer, quienes han estado interesados en algún producto o servicio y el que ya nos ha comprado. Como la Ley de Protección de Datos nos obliga a tener el consentimiento previo del usuario para poder enviarles un mail, significa que, en algún momento, nos ha tenido que conocer. Así que, partiremos del segundo grupo.
En este punto, podemos decir que sería una tontería enviarle el mismo contenido a través de Email Marketing a quienes han oído hablar de nosotros y a nuestro consumidor habitual si este fuese, por ejemplo, un descuento en cualquier artículo por haberse registrado. Esta oferta solo afectaría a los nuevos clientes, por lo que si enviáramos una newsletter a toda nuestra base de datos, podría ser molesto para quien no puede aprovecharla.
En cambio, como tenemos la posibilidad de segmentar, los clientes habituales podrían recibir la misma oferta con otro motivo: descuento de X% a nuestros clientes más fieles, por ejemplo.