En #humanmarketing entrevistamos a Antonio Liu Yang. Curioso por naturaleza, Antonio es una persona con talento social que sabe conectar con las personas de manera auténtica y natural. Porque hacer negocios no va de productos y servicios sino de clientes, personas y comunicación, Antonio tiene la clave para la conexión cultural entre España y China.
Antonio Liu Yang es el resultado de la suma de mis dos culturas; la china y la española. Vivir entre dos culturas y cuestionar todo lo que me pasa lo llevo haciendo desde que llegué a España en 1990, dedicarme profesionalmente al mundo de la formación intercultural, lo llevo haciendo desde el 2010.
Explícanos, ¿Qué es esto de la Inteligencia Intercultural?
Vivimos en una aldea global y cada vez más necesitamos comunicarnos unos con otros, ya no en otros idiomas, sino también conocer en qué claves culturales nos estamos comunicando.
La Inteligencia Intercultural es pues, la clave para saber comunicarnos con otras culturas, desarrollar esa competencia que todos tenemos basada en conocimientos, habilidades y actitudes. Para ello lo básico es decodificar primero la cultura de uno mismo, conocer las raíces de la cultura propia, luego reconocer otras culturas, desarrollar habilidades para mejorar nuestra comunicación intercultural y finalmente cambiar nuestra actitud hacia el mundo globalizado.
¿Podrías compartir algún caso de éxito como ejemplo en el que tu intervención supuso un antes y un después en una empresa?
Hay un error que siempre detecto en mi formación y es interpretación del “sí y del no” en ciertas culturas como la china. Si comparamos la cultura española con la china, la primera es más directa a la hora de dar malas noticias. De ahí la confusión del si por el no cuando la parte china dicen un “no” de forma indirecta y la parte española lo interpreta como un sí. Durante la formación diseñamos estrategias de cómo entender las comunicaciones indirectas e intentar al menos asegurarnos la respuesta.
Un ejemplo real es que vuelve el negociador español de China y piensa que ha ido muy bien, no habido objeciones durante las negociaciones e interpreta que la parte china ha dicho que sí a todo. Pero al volver y contactar con ellos vía mail, descubre la sorpresa que no es así.
Esto pasa por no saber interpretar los “no” indirectos además de interpretar desde nuestro punto de vista cultural cosas de otras culturas.
Un caso de éxito que siempre me viene a la memoria es el caso de mandar transmisores de conocimientos jóvenes muy bien preparados, aunque al llegar a China no conseguía el éxito esperado. Lo sustituimos por personas de mayor edad y todo fue a mejor, porque la jerarquía es importante en China, de hecho la palabra maestro o profesor lleva implícitamente la palabra “viejo”.
¿Es imprescindible aplicar la inteligencia intercultural para promover la innovación a nivel global?
Sin duda! Ya estamos viviendo en un mundo globalizado y no hay vuelta atrás. Vemos tecnología que surge en los rincones más remotos del planeta, la deslocalización de empresas y talentos que trabajan en clave global y es fascinante ver que mediante la tecnología lo consiguen. Pero la clave no está solo en la tecnología, la comunicación siempre dependerá del factor humano y para saber comunicarse positivamente con el resto de las culturas es un factor de éxito, no solo en la parcela de la innovación sino en todos los aspectos de la vida.
El día 11 de este mes te concedieron la medalla de oro del Foro Europa 2001 por tu trayectoria profesional, ¿Qué significa para ti este reconocimiento?
Es un gran reconocimiento y siempre se agradece que las instituciones apoyen de alguna forma mi carrera profesional. Personalmente creo que es el resultado de un trabajo bien hecho y me anima a seguir trabajando duro día a día.
En el ámbito de los negocios ¿Puedes contarnos alguna anécdota sobre algo que aquí vemos normal y en la cultura china es inaceptable?
Las anécdotas ocurren cuando solo vemos la punta del iceberg de las culturas. Hay situaciones que son incomprendidas desde otros puntos de vista culturales. Pero si bajamos a la parte menos visible del iceberg y estudiamos la parte de valores culturales, nos comprenderemos mutuamente.
En la parte de protocolo de negocios suelen pasar cosas curiosas, desde comportamiento mal interpretados en la mesa hasta faltas de respeto inaceptables por la otra parte. Por poner un ejemplo, aquí se tolera mejor la impuntualidad que en los países asiáticos, sobre todo en Asia oriental. El turno de palabras en una reunión también difiere según si trabajamos con una cultura u otra.
Incluso en los regalos que se dan! Regalar a tu colega chino un reloj de sobremesa es un tabú porque está relacionada con la muerte! Mucho cuidado a la hora de elegir los regalos en China.
Cuando yo no entiendo algo Antonio, a mi me suena a chino ¿Cómo le suena a un chino?
Buena pregunta! Como no, lo de sonar a chino es muy español. No en todas las culturas utilizan el mismo símil, de hecho cuando un alemán no entiende algo, dice que le suena a españo. En chino solemos decir que nos suena a escritura divina o el «lenguaje de los pájaros».
¿Qué crees que puede aportar la cultura española a la china? ¿Qué valoran de nosotros?
Valoran mucho vuestra pasión, esa despreocupación y en cierta manera la libertad que existe en España. Cuando trabajo con empresas chinas que vienen a invertir en España, se sorprenden mucho de cómo está el país. Para bien o para mal, España no es tan conocida para el mercado chino todavía.
Y nosotros, ¿Qué podemos aprender de ellos?
El ritmo. Cada vez que vuelvo de China vengo acelerado, el ritmo de trabajo es totalmente diferente.
¿Cuándo llegaste aquí¿ ¿Te sientes español?
LLegué con 10 años y me adapté estupendamente. Siempre me he sentido uno más, nunca me he sentido rechazado. He vivido entre las culturas y no sabría qué decirte, a veces me siento chino y otras veces español. Una de las razones de mi integración es gracias a que pasé gran parte de mi vida en Jávea, un pueblo de la Costa Blanca donde hay muchos extranjeros. Recuerdo que en primero de BUP había más extranjeros que autóctonos y nunca formamos gethos ni hubo incidentes.
Tu película favorita, una canción, un libro.
Sin duda, esta es la pregunta más difícil de todas! Mis “favoritas” evolucionan con el tiempo, como todo en la vida. En cuanto a películas, siento debilidad por la temática de los viajes en el tiempo. Si tuviera que hacer una playlist de 10 canciones favoritas, la Richest man in Babylon de los Thiervery Corporation estaría entre las primeras, compitiendo con Things have changed de Bob Dylan. En cuanto a los libros, suelo recomendar siempre el libro que estoy leyendo: Procrastinación, del Dr. Piers Steel.